Fuente: INSTITUTO ANDINO DE ARTES POPULARES IADAP-UNIVERSIDAD DE NARIÑO
MANIFIESTO DEL 23 DE MAYO
CABILDO INDÍGENA DE JENOY
POR LOS DERECHOS COMUNITARIOS DE LOS HIJOS DE URCUNINA
Los hijos de Urcunina, situados alrededor del volcán Galeras, intrínsecamente relacionadas con un tejido sociocultural, histórico y socioeconómico, participantes del Primer Foro sobre “Derechos Comunitarios”, reunidos en Jenoy el día 23 de mayo de 2009, motivados por la amenaza de desalojo y expropiación de nuestros territorios y bienes por parte del gobierno, después de analizar la palabra de cada uno de los participantes, en un diálogo muy bello y enriquecedor, acordamos elaborar este documento, expresión de nuestro sentir y pensar propios, para presentarlo a la opinión pública como MANIFIESTO y MANDATO de nuestras comunidades, con la esperanza de que contribuya a entender el grave problema de que somos víctimas inocentes, de las razones que tenemos para enfrentar a los causantes y de la firme decisión que tenemos para defender nuestro territorio y demás derechos comunitarios.
En primer lugar lamentamos que para este evento no se hicieran presentes las autoridades departamental y municipal, ni la Casa Galeras , habiendo sido invitadas con anticipación para que vengan y expongan lo que hablan a espaldas de la comunidad, para que sigan y escuchen todas nuestras inquietudes y haya una real concertación. ¡Qué vergüenza los gobernantes que tenemos!
¿Es que solo tienen capacidad para engañar, mentir y dividir, pero son sordos de oído y de ánimo para escuchar a sus gobernados?
Los más afanados por sacarnos de nuestro territorio, los que se aprovechan de los indefensos y solo vienen a interrumpir y a molestar, son los que tienen que invitarnos a nosotros. Estamos cansados de invitarlos y mandar propuestas construidas. Estamos hastiados de su falta de respeto y de la presencia escondida de “chirimbolos” y mandaderos bien pagados que se meten a nuestras casas y veredas para amedrentar que nos van a expropiar y a engañar con falsas promesas.
Señores del Estado: sean serios, sean transparentes, sean honestos.
Agradecemos a las instituciones que aceptaron la invitación y vinieron, a los miembros de instituciones que por voluntad propia se hicieron presentes y a las instituciones que nos han respetado y no se burlan.
¿Hasta cuando tanto irrespeto a la dignidad, a la vida y a los derechos de las comunidades?
Día tras día, noche tras noche, semana tras semana, mes tras mes, aparecen unos señores en nuestras casas y veredas, con muchos cuentos; vienen a amedrentar, a decir que tenemos que salir, que nos van a sacar, que nos van a expropiar. Día tras día los señoritos de la Casa Galeras , con falsas palabras, con falsas alarmas, dicen y repiten que la comunidad ya está lista para el reasentamiento, que ya han hecho los avalúos, que el único que se ha opuesto es Jenoy. Que el señor gobierno manda, ordena, sacarnos, ha sido el único plato del día, desde el 2005, cuando nuestras plazas públicas, nuestras veredas y nuestros campos se llenaron de gobierno. Cómo era de impresionante para nuestras mujeres y niños que al abrir la puerta, cada día, se encontraran de frente con un policía o un soldado, con arma, dispuesto a sacarnos por orden del presidente.
¿Y esto por qué?
Porque un mal día la irresponsabilidad y las agallas de los gobernantes locales, en su afán desmedido de manejar dineros nacionales, escudándose en un diagnóstico supersabio de INGEOMINAS, crearon e imaginaron el gran desastre del volcán Galeras, con lo que, lo único que han logrado es un caos del territorio, maltrato a la dignidad y la vida de los pobladores, y, claro, la danza millonaria para contratistas y burócratas.
Por eso manifestamos que la amenaza no viene de nuestro volcán Galeras, el volcán Galeras no nos está matando, nos están matando son los decretos y decisiones equivocados, irresponsables e impositivos.
Dizque zona de desastre/de gran peligrosidad/aquí el único desastre/es la tal autoridad.
Que nos presenten el primer caso que demuestre que ha ocurrido el desastre, el dato concreto del número de muertos, del número de lisiados o de asfixiados por el Galeras. Han pasado hasta la fecha, 23 de mayo, 3 años, 5 meses y 23 días y el gobierno no ha podido demostrarnos y justificar el desastre, ni siquiera con el cadáver de un conejo. Es el único sitio en el mundo donde se declara zona de desastre sin que haya un muerto. En cambio siguen sin reivindicación alguna los finados Rosario Criollo, Ismael Yaqueno, Alberto Pasichaná y otros, fulminados por el tono prepotente, con diminutivos de falsa compasión, de un presidente que dio 24 horas para arrancarnos de la vida.
El verdadero peligro viene de los que explotan al Galeras. De los que engañan y mienten para sacar tajada. De los que mienten cuando muestran erupciones de otros volcanes como si fueran del Galeras. De los que engañan al comparar maliciosamente con Armero o el Tunguragua para asustar e intimidar. De los que engañan con albergues que solo han servido para una alcahuetería de la de la vagancia, del vicio, de la inmoralidad, de la división y de la infamia. Por eso cantamos en verso: Que explote nuestro Galeras/no implica riesgo ni afán/ son verdadero peligro/los que explotan el volcán.
Porque ¿quien ha sacado ventaja de la declaratoria de desastre?
¿Quién le saca ventaja a los 300 mil millones presupuestados?
¿Quién se ha beneficiado de los 32 mil millones gastados?
¿Quién construye, a sobrecostos y doble facturación, albergues de la infamia?
¿Quién se beneficia de la doble gerencia de la Casa Galeras y los 25 burócratas con sobresueldos? Sabemos que el equipo del proceso gasta 940 millones anuales en salarios y funcionamiento.
¿Quién se benefició con los sobrecostos en contratos de un Plan Específico, de un Informe del Proceso y de un diagnóstico del OSO, superfluos e inoperantes a costa del presupuesto público y de la comunidad internacional? Con razón se les llamó “las hojas millonarias”. Información que, entre otras, no se ha entregado, como debería hacerse por derecho fundamental, a todos los ciudadanos. Un despilfarro presupuestal y administrativo, realmente escandaloso, a costa del maltrato, el irrespeto y la angustia de la comunidad.
Sabemos a fondo que es un negocio que tienen los gobiernos locales: formar un campo turístico internacional, esa es la verdad, por eso en internet apareció el proyecto que tienen construido: los kioscos en Aguapamba, los hoteles en el pueblo de Jenoy y el aeropuerto en Pullitopamba.
Sabemos, además, que las multinacionales están que vienen a comprar tierras para producir biocombustibles, alimentos y apropiarse de los bosques para conseguir agua: agua de Mapachico, de Jenoy, de La Florida , con el visto bueno del gobierno y con las garantías de una ley infame que llaman “Ley Galeras”. Tan infame que, de aprobarse, habrá créditos blandos y exención de impuestos para los invasores de nuestro territorio. Según sus promotores a nosotros sí nos mata el Galeras y nos salvan la vida expulsándonos. ¿De qué material estarán hechos los gringos, los japoneses o los españoles para ser invulnerables al desastre? ¿Cuál es la gracia de estos nuevos colonizadores para el gobierno que les paga por invadir? Lo sabemos de sobra, la divina “inversión de capitales”.
Así, que: El afán de este gobierno/que nos ha tocado en suerte/que el rico sea más rico/y el pobre, espere la muerte.
Si fueran responsables con la vida ¿Por qué el gobierno no se ocupa de otras personas que realmente son víctimas de un desastre real y día a día pierden el derecho a la vida?
¿Por qué esa plata que se está mal invirtiendo aquí, no la pone al servicio de toda esa gente que está desplazada? ¿Por qué en lugar de hacer y mantener unos albergues de la infamia no les dan un albergue digno, unas casas dignas, a los verdaderos desplazados, para que ellos vivan, como humanos que somos?
¿Cuántos desplazados viviendo en los parques, cocinando en la calle, por qué no se da cuenta, señor gobierno, de esa gente?
Quieren sacarnos con un desalojo forzado, desmoronando el alma de nuestros pueblos. Porque no se puede desraizar un árbol de cientos y miles de años de costumbres, historia y cultura para sembrarlo, de la noche a la mañana, en otro lugar. Lejos de nuestra tierra vamos a ser tratados como enfermos, como delincuentes, sin poder producir lo que comemos, libremente, sin permiso de nadie.
¿Quiere sacarnos para que también vayamos a mendigar, a pararnos a los semáforos a engrosar las filas de los desplazados?
Porque los que tienen y venden ¿dónde van a ir y de qué van a vivir? Y ¿qué va a pasar con los que no tienen ni predios ni casas, los matrimonios jóvenes, nuestros hijos y las futuras generaciones sin proyecto de vida? ¿Qué va a pasar con nuestros viejos y abuelos? que son la experiencia y la tradición, la cultura y la riqueza espiritual y la memoria colectiva de un pueblo; símbolos de amor, esfuerzo y sacrificio, sabios frente a la adversidad, humildes frente a la grandeza.
¿Por qué se premia a los criminales que han dejado a tantas familias desamparadas, a los que traen como trofeos las manos de sus víctimas, mientras que a nosotros honestos y humildes trabajadores nos castigan? ¿Trabajar para nuestras familias y para la ciudad, ese es el pecado?
Si fueran ciertos los estudios supersabios y responsable el gobierno ¿por qué permiten, por ejemplo, construir en Pasto el mayor supermercado de Nariño donde ha pasado la mayor avalancha de lodo y piroplastos del Galeras? ¿Por qué siguen viviendo en Rumipamba, el Valle de las Piedras lanzadas por las erupciones del Galeras?
Qué despropósito nuestros gobernantes. Nos quieren engañar con el simulacro de que quieren salvar vidas. No pasa de ser un acto irresponsable para justificar jugosos contratos y para hacer protagonismo. Es la legalización y legitimación de un acto macabro: desterrar a los débiles para beneficiar a los poderosos.
¿Hasta dónde llegará la infamia?
El desprecio por nuestras comunidades es tal que no quieren ni vernos, ni oírnos, solo quieren tener la satisfacción de ver nuestros escombros arrastrados por INVIAS, por sus asesores y contratistas, como lo tienen bien planificado y presupuestado en el decreto 3905.
¿Por qué no vinieron habiéndolos invitado comedidamente?
¿Cuándo han venido a compartir con nosotros, con nuestras organizaciones y gobiernos propios para determinar ideas, paradeterminar cosas que nosotros mismos miramos que los expertos no dan razón?
Qué van a venir a compartir si para los gobernantes, asesores y ejecutores, nuestros conocimientos son creencias religiosas de idiotas, nuestros gobiernos tradicionales bobas organizaciones piratas y nuestros sistemas de vida agraria, puro atraso.
Se adelantan procesos en Mapachico, en Jenoy, en el Colegio, en La Florida , incluidos planes de contingencia y de desarrollo. Hemos hecho cantidad de acercamientos a todos los niveles. Hemos redactado documentos de negociación. Pero el gobierno y los expertos los ignoran. No nos han tenido en cuenta la cultura, el tejido social. Hablan de participación, pero la participación ha sido paja.
El Plan de Acción Específico que debió ser la base fundamental para afrontar la contingencia por parte de nuestras comunidades fue totalmente inconsulto, hecho por una entidad extraña que vino cobró y se fue. En Mapachico hicieron el compromiso de socializar lo que se inventaron, pero ni eso cumplieron. Aunque de manera cínica, en sus mamotretos hablan de concertación con la comunidad.
Siempre nos han despreciado, porque a los gobernantes y beneficiarios no les interesa la comunidad, seguramente, dirán: allá que hablen, que dialoguen, nosotros vamos actuando.
Parece que tuvieran un cerebro descuadernado. Si son serios, sean participativos, no nos invisibilicen. Respeten su democracia participativa de la que tanto hablan, respeten el derecho fundamental a la participación ciudadana, no pisoteen la Constitución que es su ley madre.
El gobierno nos quiere coger por las espaldas, pero nosotros, las comunidades indígenas, campesinos y pobladores urbanos, hijos del Galeras, estamos más alerta que nunca. Nuestra resistencia no dará tregua.
Nuestro volcán Galeras no es la primera vez que revienta, él ha reventado muchos millones de años y nunca, jamás, tenemos noticia de habernos destruido.
Los nativos indígenas de aquí hemos vivido millones de años. Y nuestros antepasados no han de haber sido tan bobos, como nos cree el gobierno actual, que viendo que el volcán mataba a la gente seguían viviendo aquí; ellos no se equivocaron cuando diseñaron dónde vivir, dónde habitar, desde hace más de ocho mil años. Es más seguro que se equivoquen los que no han vivido aquí.
Nuestros sabios antepasados, como los científicos serios de hoy, sabían que nuestra tierra y nuestro universo constantemente tienen flujo de fuerzas que modifican la tierra, los océanos, los continentes. Que el universo se reacomoda constantemente. Y que los volcanes, que nuestros grandes sabios y gobernantes llaman desastre, son una fuerza viva de nuestro planeta, que ayuda a mantener el equilibrio terráqueo. Ellos son actores y testigos de la vida de la tierra, no del desastre.
Sabían que el equilibrio terráqueo implica destrucción y construcción constante, a veces tan fuerte como un cataclismo.
Si pensamos sólo en la destrucción, ningún lugar del mundo es completamente seguro para el ser viviente. Por eso el hombre y todos los seres vivientes han utilizado la sabiduría, la ciencia y la tecnología para seguir conviviendo. Los pobladores sensatos no abandonan las ciudades, las costas, los ríos, las llanuras o las montañas por más terremotos, tsunamis, inundaciones o avalanchas desastrosas que sucedan. Y los gobernantes, científicos o profesionales serios, tampoco los expulsan expropiándoles sus bienes; al contrario, desarrollan la ciencia, la tecnología y los planes para seguir la vida.
Por eso, en Taiwán, uno de los lugares más sísmicos, está el más grande edificio del mundo. En Galápagos, los volcanes activos son el mayor atractivo para el turismo mundial y los nativos siguen ahí.
Nuestros sabios originarios como los científicos serios saben que el universo, la tierra, como ser vivo tienen sus procesos, que todos, incluido el hombre, tienen que respetar y aceptar, si se quiere vivir y morir dignamente. Son procesos, en su mayoría, aún misteriosos, que el poder humano no ha podido controlar; por eso decimos que solo Dios lo sabe.
Sabemos que mientras lo respetemos, nuestro padre, nuestro taita Galeras no nos va a hacer daño. Él sabe que nosotros somos respetuosos con nuestros campos naturales sagrados, que pedimos permiso cuando hay que entrar. Cuando no lo respetamos resulta lo que les sucedió a los señores vulcanólogos que se fueron a entrar donde no les convenía y ese abuso lo pagaron con su vida.
Los señores vulcanólogos y los expertos y todo el bloque de personajes que nos quieren sacar, dicen que el Galeras es un peligro. Nosotros no lo entendemos así. Nosotros lo entendemos como una fortaleza y una riqueza.
El Galeras es nuestro padre y nuestra madre, él nos da la vida. En él tenemos la mesa completa: arriba nos da el ulluco, la papa, la cebada, la oca. Y si nos bajamos al centro, tenemos el maíz; y si bajamos más, tenemos la caña, el café, la yuca.
Nuestros ancestros, nuestros padres abuelos han muerto aquí y aquí nos han dejado y nada nos ha pasado. Lo que sí nos han dejado es una gran herencia de que hagamos respetar nuestro territorio, si ellos nos dejaron aquí es para que lo hagamos respetar.
Nosotros ocupamos la herencia de nuestros ancestros. Somos de esta tierra, porque somos de tierra y vivimos metidos en la tierra, dormimos en la tierra, nos revolcamos en ella, morimos y nos volvemos tierra.
Nosotros, con el revivir de nuestros ancestros, conviviendo con nuestro taita Galeras somos originarios de este terruño, de modo que, en vez de invitarnos a que vayamos a vivir a otra parte o a la ciudad, deberían, más bien, invitarnos a fortalecer nuestro territorio; para que, en vez de “zona de desastre” siga siendo zona de vida y mayor desarrollo.
Decimos que nuestro territorio no tiene precio, porque vale por lo que es: el valor de la Pachamama , el valor de la vida. El burdo negociante no sabe de valor, solo entiende de precio y vende hasta lo ajeno al mejor postor. Un presidente de EEUU les propuso a los indígenas comprar la tierra para entregarles otra reserva, ellos le respondieron a través de uno de sus taitas: “el jefe blanco nos pide mucho de nosotros”. “¿Cómo se puede vender el cielo o el calor de la tierra?” También a nosotros los hijos de Urcunina nos piden mucho los jefes blancos.
Este paraíso no se compara, nuestro Galeras es rico por donde se lo mire: sus gentes, sus principios, lindo mirar al padre mayor de los padres mayores que el ser humano ha perdido. Aquí producimos alimento para la ciudad y produciremos alimento para el mundo. El mundo necesita oxigeno, minerales y otros bienes y riquezas incalculables que tiene nuestro Galeras, y que los jefes blancos no entienden o quieren aprovechar a costa de nuestra desgracia.
Harán los avalúos, le consignarán en el Banco, le darán una libreta de ahorros, le dirán esto es lo que tiene en el Banco, lo toma o lo deja y si no le vamos a expropiar. Claro, como hay tantas personas indefensas, dirán, nos van a expropiar; pero mentiras, no le van a expropiar, porque las leyes constitucionales, la Ley 21 de 1991 y convenios internacionales, como el 169 sobre pueblos indígenas, aprobado en 1989 por la Conferencia General de la OIT , amparan nuestros derechos de las comunitarios.
Manifestamos y mandamos:
Que somos hijos del Galeras, unos más viejos, otros más jóvenes, todos hermanos que vivimos en este lugar. Unos venimos de un tronco ancestral, de un retoño, de un vivir, de un revivir, renacer y seguir viviendo de esa identidad, de esa caricia, desde hace más de 8.000 años. Por eso decimos y entendemos que es nuestro territorio. Y si hacemos algo de historia, el descubrimiento no fue un descubrimiento fue un atropello, una invasión que se apoderaron de las riquezas de nuestro territorio, también de nuestras mujeres.
Que, ante este vil atropello anunciado, no nos queda otra alternativa que resistir.
Que nuestra resistencia no dará tregua, porque así como los animales demarcan su territorio con alguna sustancia de su cuerpo, para hacerlo respetar, así nosotros, los hijos de Urcunina, estamos dispuestos a marcar nuestro territorio con nuestra propia sangre.
Somos gente honrada, gente honesta, gente humilde, gente trabajadora, eso es lo que somos aquí, pero no nos vamos a dejar intimidar, ni mucho menos nos vamos a dejar sacar.
Porque no nos hemos dejado intimidar, ni sacar desde la conquista española. Ni cuando Bolívar vino a invadir nuestro territorio, hace 200 años. Aunque muchos muertos hemos tenido desde esa época.
Hace unos 60 años, en Jenoy y Mapachico también tuvimos muertos en la plaza principal, cuando el gobierno con la fuerza pública invadió nuestro territorio para obligarnos a votar. Mataron mujeres, mataron a nuestros viejos, se bañaron de sangre nuestros caminos, nuestras calles. Mataron a Laura Chapal, a Ambrosio Villota, a Manuel Jesús Jenoy, a José Eloy Villota, a José Antonio Chapal, a José Luis Yaqueno y a José Botina, que lo enterraron vivo.
Les damos gracias a esas mujeres, a esos viejos que fueron unos hombres valientes para defender el territorio con la misma sangre. Les damos gracias a esas mujeres, a esos viejos que no doblegaron la cabeza.
Manifestamos y mandamos:
Que tenemos valor y valentía para pisar duro, pero con decencia, como originarios de nuestra tierra.
Que nosotros defenderemos nuestro territorio a como dé lugar y si es de morir, moriremos aquí, como lo hicieron nuestros antepasados, pero no vamos a dar un paso atrás. Ojalá el señor presidente se entere de lo que nosotros estamos sintiendo. Nosotros no nos vamos a dejar sacar. Que nos saquen, pero muertos. Nos iremos muertos de aquí, pero no vivos.
Que resistiremos con la frente en alto con nuestras organizaciones propias:
Cada quien a su usanza o determinación.
Que no importa que a nuestras organizaciones propias no las reconozca el gobierno, porque los que tienen que reconocer y vigilar son los propios pobladores y comunidades.
Que los de Jenoy no se equivocaron al hacer renacer su cabildo indígena.
Que no nos dejaremos amedrantar por nada del mundo
Que nosotros somos dueños y vigilantes y tenemos que dejar nuestro territorio en paz a los que vienen atrás, los que quieran habitar en este rico territorio,
Que nos negamos a salir, porque no queremos que nuestros hijos se contaminen de la infamia, de la corrupción de otras tierras lavadas de tanta cosa y circunstancia. Que estamos en un territorio bendito y sagrado, donde tenemos todo, afortunadamente; donde los fenómenos naturales quedaron acoplados al ser humano cuando se creó el planeta por nuestro Padre celestial.
Si el otro día llorábamos porque nos iban a quitar la tierra. Hoy no lloramos.
Hoy nos sentimos más firmes que nunca, para defender nuestro territorio.
Estamos desempolvando las palabras, con derechos.
Aquí en este pueblo debemos de morir.
Sea como sea, nuestros huesos servirán, aquí, de abono en este territorio.
Decirles a los representantes del Estado que nosotros podemos decidir qué es lo que queremos, a dónde estamos y para donde vamos, con nuestra originalidad y nuestro derecho mayor, y amparados en los decretos de la Constitución , la mama de las leyes.
Aquí, en nuestro territorio, los que hemos de dar razón son los que hemos vivido y estamos viviendo aquí, no otros que han vivido en otra parte y que ahora vienen a poner nuestro territorio en desastre.
Conocemos los antecedentes de nuestro volcán y por eso queremos que los vulcanólogos también compartan la sabiduría de nosotros, en lo que hemos vivido y lo que somos, porque sabemos que la sabiduría es mayor que la tecnología.
Decimos que el cerebro humano es el arma más poderosa en el mundo porque construye y se destruye, se destruye porque se hace mal acusando a nuestro padre con diferentes cosas, que es como acusar a una persona cuando no debe nada.
Estamos en la madurez necesaria para tomar acciones de conjunto.
Y si los gobernantes no escuchan, si los gobernantes no entienden, si los gobernantes no respetan nuestros derechos, pues no son nuestros gobernantes. No va a venir cualquier decreto, cualquier jefe blanco a decir váyanse de la manito.
Que se tenga en cuenta y se respete nuestras decisiones: los que quieran quedarse que se queden y los que quieran irse que se vayan.
Este es nuestro mensaje, esta es nuestra posición.
A todos los participantes del Foro, muchas gracias por compartir su riqueza de pensamiento que es única, por compartir la sabiduría que hoy nos lleva a entender la grandeza de la tierra y lo que es el ser humano con dignidad.
Amigos, hijos de Urcunina, por la vida del Galeras ¡adelante!
Resguardo Indígena de Jenoy, mayo 23 de 2009.
En Reversoyderecho.wordpress.com.
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